Frase
de la semana
Si no estamos en paz con nosotros mismos, no
podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz.
Las pinturas sobre la paz
Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que
pudiera captar en una pintura la paz perfecta.
Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero
solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre
ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto
donde se reflejaban unas placidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se
encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron
esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y
descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso
aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso
torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.
Pero cuando el Rey observó cuidadosamente,
vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En
este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta
caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en su nido...
- ¿Paz perfecta...?
- ¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda.
- ¿Sabes por qué?
Explicó el rey: "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos,
sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar
en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón.
Este es el verdadero significado de la paz."