Los dos amigos. Fábula sobre la amistad
En
el mundo en que vivimos la verdadera amistad no
es frecuente. Muchas personas egoístas olvidan que la felicidad está en el amor
desinteresado que brindamos a los demás.
Esta historia se refiere a dos amigos verdaderos. Todo lo que era de uno
era también del otro; se apreciaban, se respetaban y vivían en perfecta
armonía.
Una noche, uno de los amigos despertó
sobresaltado. Saltó de la cama, se vistió apresuradamente y se dirigió a la
casa del otro. Al llegar, golpeó ruidosamente y todos se despertaron. Los
criados le abrieron la puerta, asustados, y él entró en la residencia. El dueño
de la casa, que lo esperaba con una bolsa de dinero en una mano y su espada en
la otra, le dijo:
- Amigo mío: sé que no eres hombre de
salir corriendo en plena noche sin ningún motivo. Si viniste a mi casa es
porque algo grave te sucede. Si perdiste dinero en el juego, aquí tienes,
tómalo. Y si tuviste un altercado y necesitas ayuda para enfrentar a los que te
persiguen, juntos pelearemos. Ya sabes que puedes contar conmigo para todo.
El visitante respondió:
- Mucho agradezco tus generosos
ofrecimientos, pero no estoy aquí por ninguno de esos motivos. Estaba durmiendo
tranquilamente cuando soñé que estabas intranquilo y triste, que la angustia te
dominaba y que me necesitabas a tu lado. La pesadilla me preocupó y por eso
vine a tu casa a estas horas. No podía estar seguro de que te encontrabas bien
y tuve que comprobarlo por mí mismo.
Así actúa un verdadero amigo. No espera
que su compañero acuda a él sino que, cuando supone que algo le sucede, corre a
ofrecerle su ayuda.
Moraleja:
La amistad es eso: estar atento a las necesidades del otro y tratar de ayudar a
solucionarlas, ser leal y generoso y compartir no sólo las alegrías sino
también los pesares.
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